POESÍAS INÉDITAS: EL PAN DEL HOMBRE
El pan del hombre es como el oro viejo
en el ojo del avaro.
Y no hace mucho, este pan
viajaba para todos en las melenas del viento,
con canciones de aroma
en las mañanas.
También hubo un tiempo en que el pan era libre
y corría desde sementeras doradas
en estepas y colinas
hasta las manos ansiosas del hombre.
Entonces todos imaginábamos
los trigos llenos de sol por el largo verano
y los viejos molinos de piedra
con sus ríos de harina encantada.
Y era el tiempo de reír cortando espigas
con la hoz de dientes afilados
Era el tiempo de llenar los ojos con los campos maduros
ondulados, movedizos, cargados de granos
Y era el tiempo de reír, de amar
de quebrar cinturas, rendirse a rostros bellos y los viejos ritos
en remolinos de gozo
en remolinos de paz.
Todo esto era cuando el hombre
codo a codo
hombro a hombro construía
con ladrillos de amor
y muros de fe
su destino.
Y era el pan-maíz en las tierras dulces de los mayas
brotando ordenado desde sus inmensos y bellos palacios
Y era el pan-mijo
pan moreno crecido con aguas del Nilo
y sol del desierto.
Y era el pan-arroz cristalino
desde sus lechos de agua
en las tierras milenarias…
Hoy veo millones de manos
con dedos engarfiados
de uñas gastadas
arañando laberintos secretos en donde este oro viejo y tibio
de vientre hinchado en los hornos
yace…
escondido.
Hoy, las sementeras
las espigas
las risas
el amor
los besos
la tierra olorosa
eterna,
metidas en el espacio microscópico
de un chip
en el último modelo de computadora,
con amarras invisibles
yacen
prisioneras,
Y los ríos blancos de harina…
las montañas de espigas
los mares de granos cuajados de sol
se venden en yerba…
a futuro… y el pan del hombre se hace amargo
en las bodegas hinchadas
de los elegidos;
¡elegidos por el inquilino de la Casa Blanca
La Casa Rosada
La Casa Gris
La Casa Espanto
La Casa Guerra
La casa Bolsa de Valores
y disfrazados de hombre atrapan vidas en filas infinitas
con la vieja espada del hambre!
Hoy su trampa es el ojo frío vibrando en la pantalla
del computador
¡Ah! ¡Polifemo insaciable
nunca tus garras tuvieron tanta carne de cañón!
¡Y te has metido la suerte de miles de millones de seres
entre tus colmillos dorados!
¡Bestia alzada desde los abismos del alma,
tu poder ha roto las leyes de Dios
mientras lo escupes
lo vendes
lo traficas
con una Biblia Falsa
y tú falso valor!
En un tiempo, El, enviaba su maná a los cuerpos rendidos,
pero tú, maldito,
malditos,
con vuestras ropas negras,
enfermos de poder
enfermos de matar
de asesinar
vuestro maná son bombas desde las alturas
y vuestro alimento sangre
dolor
furia impotente
miedo
la angustia de pequeñas gargantas aterradas
en cualquier Bagdad de nuestro mundo.
¡Y no tenemos más que nuestras manos vacías!
Y mientras,
con la imaginación perdida entre tus muelles contaminados
tus mares, tus lagos, tus ríos moribundos
cercados de villas lujuriosas,
entre tus ciudades colmenares de asfalto
entre espesas nubes de tu aire enfermo
¡esa respiración podrida que has aprendido a crear!
en medio de tus ruinas de oropel
vagamos.
Y pensamos también, vagamente… hace siglos…
alguien dijo que el mal
con sus mil caras
siempre estará a la caza del hombre
¡A la caza del hombre,
montado en su bestia de ambición
de usura
de orgullo
de codicia
de corrupción!
¿Será que siempre
hemos de luchar contra nosotros mismos?
¿Contra esa pequeña bestia
que ríe en nuestras venas
desde el fondo de los siglos?
¡El Rey Hambre, con su carne de cañón en la mira
para dominar,
para aplastar el destino glorioso del ser!
Este Rey
emboscado en el programa bestial
de tus computadoras;
máscara dura para ocultar
tu pobre rostro mortal
y tus ojos y tu cuerpo
muerto en vida
sentado en las mañanas
vulgarmente,
libro o News Week en mano,
en tu aséptico WC
excretas;
pero, ni aún entonces recuerdas…
ni te sientes humano…
ni siquiera cuando tu índice escarba
indecentemente en tu nariz
gorda.
A veces pienso en los inquilinos
de Las Casas de Colores…
éste… tal vez tuvo madre…
padre… no sé… ¿y quién puede saber?
En estos días…
que él ha hecho negros
de dolor y de furia colectivos…
se habla mucho del clon…
de clonar… del clonado…
de la rana inglesa sin cerebro
y los niños acéfalos en el norte de México
nacidos junto a inocentes maquiladoras
de químicos secretos… prohibidos
en la otra frontera…
También se habla del hijo de probeta…
en ese caso… no sería su culpa… si estos inquilinos
nacieron in vitro…
y no por culpa de ellos…
los científicos a veces se equivocan…
¡encerrados en su torre de marfil…
mientras buscan el gen marciano
o el campo gravitacional
de electrón verde o violeta
en las arrugas o laderas perdidas del tiempo…
se equivocan…!
… aunque rara vez lo reconocen…
solamente descubiertos cuando algún discípulo
arrepentido
los denuncia
antes de la última paletada…
en algún viejo cementerio…
si es que era de costumbres antiguas…
y lo ordenó firmemente en su testamento.
Pobre inquilino… en tu casa de color,
pobre rata… disfrazado de rey del mundo…
en estos meses…
ocupado en preparar
el segundo bombardeo a Bagdad
y mientras repasa hasta dos veces el News Week…
en su WC favorito…
de perfecta imitación de mármol de Carrara…
sufre los lanzazos de la oposición…
Y me pregunto… ¿qué buscas? ¿acaso es el hambre de otros tu
comida?
¿o la ira de los desposeídos el alimento de tu orgullo? ¡Mal nacido!
¡No juegues con el hambre, con el destino del ser!
Y recuerdo de pronto que hace tiempo…
mucho tiempo…
hombres sabios
dijeron
que era de grandes reconocer el error.
Pero en estos tiempos terribles
en que el Rey de Turguenev
se pasea por el mundo
Creo que es bueno pensar en caminar hacia las tierras de gigantes ¡de gigantes alzados… con sus ladrillos de amor y sus muros de fe alzados otra vez con la hoz y el martillo para rescatar el pan sagrado y libre del hombre infinito!
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